Este video-briconsejo es ideal para nosotros, los adictos a chatarrear en nuestros clásicos.
De vez en cuando hay que cambiar las pastillas de freno, a unos nos durarán más, a otros menos… al igual que los discos de freno.
Cuando cambiemos las pastillas es imperativo comprobar el estado de los discos, ya que pueden presentar desgaste excesivo, ovalamiento, olas en las caras, e incluso pequeñas roturas!
Lo más recomendable sería el cambio inmediato del disco de freno.
Sin embargo en uno de los casos podremos repararlo nosotros mismos:
Cuando las caras del disco de freno presenten olas, o rallado, producido por las pastillas junto con arena y polvo, o incluso por desgaste excesivo de las pastillas, se podrá hacer una pequeña reparación, consistente en pulir las caras del disco para que así la nueva pastilla asiente perfectamente.
Este trabajo se puede realizar en casa tal como nos muestra el vídeo, con en coche sobre caballetes, y quitando la rueda, ponemos el coche en marcha, de forma que la rueda gire libre, y aplicamos una lija para metales. Poco a poco se va aplanando la cara del disco.
A veces no es fácil encontrar discos nuevos para nuestro clásico, o simplemente queremos alargar la vida útil de estos unos cientos de kilómetros más.